Peacock Pavilions y Proyecto Soar. Marruecos.

Hace ya más de un año que fuimos a Marrakech (podéis ver otros post del viaje aquí), pero me quedaba pendiente compartir este lugar y este proyecto que tanto nos gustó conocer de primera mano. A las afueras de Marrakech está un hotel/tienda bonito, pero bonito donde los haya, un espectáculo de lugar. Detrás de él está Maryam Montague, una mujer de bandera, nacida en el Cairo pero criada en Túnez y Nueva York y que ha trabajado por todo el mundo antes de caer, junto con su marido arquitecto y sus hijos en Marrakech donde crearon su hotel Boutique Peacok Pavilions y su preciosa tienda, única, M Montague. Pero sobre todo donde tiene base el proyecto que más alegrías le da, y es su proyecto SOAR.

Tuvimos la suerte de pasar una mañana allí, conociendo de cerca el proyecto y visitando el hotel y pudimos tomar un té con Maryam. Lo que más me gustó de esta impresionante mujer es esa prioridad en su vida por ayudar a los demás. Nos contaba que está muy bien tener, querer conseguir cosas en tu vida, pero que nada tiene sentido si no pasas por ella ayudando a los demás. No solo recibir de la vida, sino dar.

En SOAR tienen como fin ayudar a las mujeres marroquís, empoderarlas, ayudarles a tener educación, voz. Un proyecto precioso en el que a través del arte, el deporte y la educación se esfuerzan por romper el ciclo natural en Marruecos donde las niñas dejan la escuela para casarse y tener hijos. Intentan que las niñas se queden en la escuela y terminen su educación. Las niñas tienen que estar en la escuela para poder participar en este proyecto y así apoyan a unas 50 niñas de la zona de entre 8 y 14 años. Pudimos ver sus instalaciones, estar en la visita que ese día tenían de una mujer campeona de Taekwondo alemana,  y para acabar la mañana la charla sobre higiene femenina. Sin duda uno de los momentos que más disfrutamos de nuestra visita a Marrakech. Para saber más del proyecto SOAR y cómo ayudar puedes entrar en su web. 

Parte de los beneficios del Hotel Peacok van destinados a ayudar a este proyecto. Y qué decir del hotel…. es una preciosidad, es algo único. Creo que de los lugares decorados con más gusto que he visto en mi vida. Qué maravilla. Las fotos que os dejo a continuación lo dicen todo.

Un techo empapelado. ¿Os acordáis de la habitación que decoré y que también empapelamos el techo?. Quedó preciosa. ¿Cómo os quedáis viendo semejante lugar?. No puede tener mejor gusto mezclando, y a pesar de estar todo lleno de cosas no hay esa sensación. Es una mezcla muy tribal y bohemia pero magistralmente ejecutada.

Nico además no dudó un instante en lanzarse a su piscina… que es como un sueño.

Una mañana productiva a tope, que nos dejó el buen sabor de boca de conocer a gente que trabaja con la comunidad, que nos demuestra que hay mucho que se puede hacer y que son inspiración en todo lo que hacen.

Gracias Maryam por dejarnos visitar tu maravilloso mundo.