Rodearte de lo que es importante. Mi clave para el minimalismo

Estoy ilusionada con este camino hacia el minimalismo en casa, que se traduce en mi vida, y ahora que estoy en los principios (ya asentados) pero en los principios, empiezo a entender la verdadera razón y lo que realmente me apasiona de ello.

Hace ya unos días que escribía que no entendía el minimalismo como tener una casa blanca, sin nada, o de repente deshacerte de todo lo que tienes. Pienso que hay tantos minimalismos como personas. Para mi, el minimalismo es hacerte una pregunta, una pregunta importante y que marcará el resto y esta pregunta pasa por definir qué es lo importante para ti. Y es en esta pregunta, que podríamos decir: LA pregunta, donde tienes que ser muy honesto. Encontrar lo que es necesario o importante, y deshacerte de lo que superflúo y que no aporta. Reducir las necesidades y rodearte de aquello que es realmente importante para ti.

Lo que me gusta de esta pregunta es que es válida para todo: para pertenencias, para amistades, para rutinas, para estilo de vida, … no va tanto de tener o no tener, sino de necesitar o no necesitar, de rodearte de objetos, personas, rutinas que realmente te llenen. Las necesidades cambian con cada persona y sus circunstancias. Incluso cambian en una misma persona a lo largo de los años. Lo que era válido antes, ahora no lo es. Lo que es importante para una persona puede no serlo para otra, pero este es un ejercicio individual y al que hay que dedicarle tiempo y ser muy honesto.

Es precisamente este punto el que estoy encontrando muy interesante y enriquecedor. El hecho de haberme deshecho de lo que ocupaba espacio pero no aportaba, en todos los sentidos es toda una experiencia. Cada vez que sale algún objeto de la casa, algo que ocupaba pero no aportaba, se va un sentimiento y deja espacio para otros nuevos. Se que puede sonar curioso pero es así. Se trata de darse cuenta y hacer una lista de en qué quieres enfocar tu vida e ir a por ello, tachando todo lo que te pueda distraer de ese camino.

No se trata de tener una casa con nada, ni de que no te guste la moda, ni cuidarte o tener vida social. No significa no tener libros ni una libreria hasta arriba de ellos, (si es algo que te apasiona), para mi no significa nada de esto. Significa conectar con lo importante para tí y dedicarte a ello.

Últimamente estoy un poco desconectada del blog y no porque no me guste, que me encanta, pero todos estos cambios y esta limpieza a veces me impide estar cien por cien aquí. En esas listas de lo importante me he planteado muchas veces si el blog debería estar en ellas, y si, realmente si, porque pensar que algo de lo que escribo, o si compartiendo esta experiencia, alguien, aunque sea una persona puede hacerlo también, yo sería feliz. Porque lo que si puedo asegurar son los cambios se están produciendo. Desde tener más tiempo, usarlo mejor, sentarme mejor (esto os lo cuento otro dia porque es curioso), disfrutar más, vivir más relajada y desestresada… Tener menos necesidades, que es fundamental, y uno de los pilares de este estilo de vida.

Hace un par de semanas tiré un muro que tenía en la entrada de casa. Que hacía de separación entre la entrada y el salón-cocina. Ahora entras directamente y ves toda esta parte, y ha sido una liberación y como un pistoletazo de salida. Respirar, conectar, “enfocar”.

Y en ello estoy, en este camino que me esta enseñando mucho mucho, más de lo que he vivido hasta ahora.

¡Feliz martes!!!