#unañosincompras. 11 meses

Pues ya solo me queda un mes, y termino mi año sin compras. Realmente cuando ya el reto está llegando a su fin me doy cuenta de lo que verdaderamente he aprendido es a darle una vuelta a todo este consumismo excesivo que parece que se ha instalado en nuestras vidas. Esa es la gran experiencia y el gran aprendizaje que he tenido. He leído y vivido en mis carnes varias cosas que me gustaría compartir aquí.

-tener menos apego a las cosas da más libertad, nos liberamos de esa sensación de tener y sobre todo objetos que no necesitamos o no disfrutamos. Estamos mucho mejor teniendo menos.

-quitarnos esta creencia que todo es de usar y tirar, la facilidad con la que se compra, se estropea y se tira. La mala calidad de los objetos y las modas pasajeras.

–menos impacto medioambiental. Saciar todas nuestras necesidades lleva al planeta a consumirse, no puede con todo. Producir, transportar, … una locura dificil de entender.

–Menos necesidad de estar a la moda siempre. Intentar buscar productos más atemporales, con calidad y que nunca pasarán de moda. Tanto en la casa como en la ropa intentar, en la medida de lo posible, poseer objetos que amas, y que lo harás no importen las modas o las tendencias porque sobreviven a todo.

-Entender que no todo en este mundo se reduce a lo material. Porque ya sabemos que tener más y más no da la felicidad, que está en otras cosas más intangibles. Si estamos muy ocupados queriendo tener quizá perdamos el foco. Claes Oldenburg, un escultor americano piensa que la mayor desventaja del consumismo es que la sociedad moderna está reemplazando valores por pertenencias.

Consumir excesivamente no es más que consumir mucho más de lo que necesitamos, utilizar las tarjetas de crédito para comprar aún no teniendo para dar rienda suelta a nuestros deseos consumistas, en definitiva: vivir por encima de nuestras posibilidades. Todo esto puede llegar a ser un problema. El consumismo lleva a casas más grandes, coches más rápidos, ropa bonita, tecnología de última generación pero no necesariamente lleva a mayor felicidad, fundamentalmente porque siempre queremos más, y poco a poco va robando tu vida porque poco a poco nuestros deseos no se pueden llenar.

Hay muchas empresas (lamentablemente no todas y menos aún las grandes) que están intentando cambiar su forma de producir y reducir su huella y el uso de recursos naturales, he aprendido mucho de ellas en la sección MARCAS UP de las que ya llevo unos cuantos post que podéis ver aquí. Estas son las marcas que debemos apoyar, sabiendo que dañamos lo mínimo posible al medio ambiente. Al final es mejor tener poco y no tropecientas cosas que no se sabe bien ni cómo están hechas ni de dónde vienen.

Al rechazar el consumismo excesivo siempre liberas energía, tiempo y dinero. Desde luego no es una batalla fácil. Yo puedo decir que me ha costado mucho menos de lo esperado y que de verdad he aprendido. Así que solo me queda un mes. Y en ese post intentaré hacer un plan, para la vuelta al ruedo.

Gracias por haber estado ahí estos 11 meses y por todos los mensajes de ánimo que recibo, que son muchos.