Segundo año consecutivo que vamos a México. Y hemos repetido, es un país que nos apasiona y es tan grande que no hay semanas para conocerlo bien.
Recuerdo cuando antes hacía muchos post sobre viajes, hace tiempo que no paso y creo que me gustaría retomar. El año pasado escribí un previo de las cosas que habíamos hecho antes de viajar y curiosidades, os lo dejo y sigue siendo igual.
Llevamos unos años con un ritmo muy de estar. Instalarnos en nuestra casa y hacer vida del pueblo. Nos gusta mucho esta idea y la disfrutamos un montón. No recorrer infinitos sitios sino conocer la panadería favorita del barrio, repetir ese lugar que te encantó. Como sabéis, estoy con Home Exchange desde hace muchos años y para nosotros es la mejor manera de viajar. (por cierto, si quieres hacerte socio de home exchange pincha en este link porque tengo un regalito para ti).
Empezamos viaje en San Miguel de Allende. Llegamos desde ciudad de México en autobús. Os recomiendo ETN. Son unos autobuses estupendos, súper cómodos y se viaja genial con ellos.
San Miguel es una ciudad como de cuento. Confieso, es preciosa, muy bonita, mucho encanto y llena de americanos que van allí a jubilarse. Los restaurantes son preciosos, y de alto nivel, las casonas recuerdan a su pasado, porque es una ciudad con mucha historia y la ciudad natal de Ignacio Allende.
Un pueblo muy próspero en los siglos XVII y XVIII, y con una gran importancia en la Guerra de la Independencia. En San Miguel se reunían Ignacio Allende y el padre Miguel Hidalgo para dar forma a la revolución. Pero a principios del Siglo XX, San Miguel había perdido su fuerza y estaba casi despoblado. El pueblo se estaba viniendo abajo, todo su pasado colonial a punto de convertirse en pueblo fantasma. Fue entonces cuando en los años 50 del siglo pasado se crean Centros de Bellas Artes para que americanos, retirados de guerra, pasaran lasrgas temporadas. Además, al estar rodeado de aguas termales y tener una temperatura estable durante el año hicieron que San Miguel volviera a su ser. Hoy en día es una joya que además está muy bien conservada. Sus casas coloniales, sus iglesias, la parroquia de San Miguel Arcángel, sus callejones. Realmente es una ciudad preciosa.
Qué nos encantó de San Miguel:
*ir a Escondido Place, a sus piscinas y aguas termales y pasar el día allí huyendo del calor de San Miguel. Fuimos en temporada de lluvias, pero no llovía y el calor era bastante importante. Por las noches refresca y ayuda muchisisimo. Fuimos varias veces a este lugar con piscinas, aguas termales, y sobra bajo los árboles. Uno de los dias era domingo y no cabía un alfiler. Volvimos por semana y había mucha menos gente. Pero el domingo nos encantó compartir con familias que pasaban allí el día.
*La panaderia San Sebastián, en Calzada La Aurora. Es que estaba justo al lado de nuestra casa y le tenemos mucho cariño, pero realmente cualquier pastelería panadería merece la pena. Una muy famosa, muy famosa porque está en el centro es La Colmena. Tiene mucha fama y es clásica.
*Fabrica La Aurora. El centro de arte de La Aurora es una delicia. Lleno de tiendas de arte, de moda, de diseño. En una antigua fábrica. Es un lugar muy especial donde se respira arte y con un café súper agradable.
*Rooftops. Están de moda y realmente merece la pena ver anochecer desde uno de ellos. Los hay espectaculares, el más famoso creo que es el del hotel Rosewood, pero está siempre a tope. Nosotros acabamos en el del Hotel Selina, se estaba genial, no estaba petado, más humilde y pasamos un rato genial hablando y viendo atardecer.
*Street tacos. Los del carrito de Andy’s, en la Avda Insurgentes son INCREIBLES. Los taqueros solo se ponen por la noche, a partir de las 6 de la tarde. Estos están deliciosos.
*Acercarse a Atotonilco. La iglesia del pueblo, la llaman la capilla sixtina mexicana porque está llena de frescos. Es preciosa pero nosotros tuvimos la mayor de las suertes y el día que fuimos (fuimos caminando desde el balneario de aguas termales Escondido. Es un paseito pero nos gustó) era la fiesta. Bailes, puestos de comida, bebida, frutas, ropa. Música, juegos para niños y mayores… Pudimos ver a los chichimecas. Maravilla.
Y la anécdota mas maravillosa es cuando le compré a la Sra Juana su camisa. Ledije que me encantaba, se la quitó y me dijo, te la vendo. Qué maravilla traerme a casa esta camisa.
*Viñedos. Los alrededores de San Miguel son tierra de viñedos. Acercarse a una bodega siempre es un plan. Algunas son preciosas, y puedes hacer catas si te gusta probar vinos. Esta recomendación la dejo porque estoy segura que es un buen plan. Nosotros no fuimos, hacia mucho calor, y cambiamos el plan viñedos por baños en Escondido… y no somos nada entendidos en vino, cosa que no quite para que nos hubiera gustado ver unas bodegas. Pero a veces estas cosas pasan y se cambian unos planes por otros ;-),
*Pasear y pasear por sus calles y callejuelas y sentarte en el parque Benito Juárez a ver como juegan los chicos al basket. Si hay suerte, como nosotros, te pilla una boda y me encantan las bodas mexicanas. Pasan bailando los novios, los invitados, con música, como en procesión. Muy alegre y divertido.
*Acercarte a Mineral de Pozos. Un pueblo minero a una hora de San Miguel. Un pueblo curioso, con tiendas de arte, la visita a las antiguas minas, spas de cerveza (jajjaja, si si) y restaurantes para comer la comida tipica de la zona.
*El mural inconcluso de Siqueiros en la Escuela de Bellas Artes de Santa Rosa. El propio lugar es uno de mis favoritos en San Miguel, en su patio se respira paz. Y el mural inconcluso es flipante. Recomiendo que tengas un guía que te lo cuente y te muestre la obra desde distintas perspectivas.
*Y si, un free tour con los guias acreditados de San Miguel. Al menos nosotros es lo que hicimos y nos encantaron. Cuentan la historia de la ciudad con mucho cariño, te muestran los lugares emblemáticos con sus intra historias.
*Pasear por Colonia Guadalupe, nuestro barrio, tranquilo, empedrado, colorido y lleno de street art. Hay una tienda de ultramarinos en la Colonia en la que nos gustaba hacer la compra. La tienda de Gil.
*Hacerse fotos en todas las puertas decoradas. Es un espectáculo como decoran las puertas.
*Escuchar música en vivo por las noches. San Miguel es un lugar con mucha vida musical. Que si los mariachis en el Zócalo, que si jazz en los bares, conciertos en las terrazas. Nos encantó todo este ambiente musical tan variado.
En San Miguel, sinceramente lo digo y con cariño no hay mercados que nos hayan llamado la atención, pero si hay tiendas curiosas, tiendas con encanto, artesanos… pero no tanto un mercado que nos haya gustado.
Como ciudad, encantadora.u
Y bueno, estar.
Primera parada de este viaje, pronto seguimos. (Reconozco que las fotos no son maravillosas y no muestran lo que es la ciudad. No dejéis de buscar fotos que os den idea. Las mías son como muy caseras)
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