Fue una escapada corta, unos días que aprovechamos al máximo. Sobre todo aprovechamos para sentir el sol, tener sensación de verano que en este Norte nuestro aún no habíamos podido catar. También para desconectar, dejar todo de lado y centrarnos solo en el momento y en vivirlo.
Por eso no tengo fotos muy allá, llevé la cámara pero no la saqué de su funda. No creo que lo que hoy cuente en este post sea nada nuevo, es un básico si vas a Sevilla pero nos fue bien, tengo la sensación de que Nico cogió el aire y lo pasamos bien que es lo importante.
Volamos desde Asturias y muchos me habéis preguntado por el patín de Nico en el avión. Si, tras preguntar en unos cuantos sitios, y confirmar con vari@s encargard@s finalmente si que Nico pudo llevar su patín, cosa que nos alegró mucho, muchísisiisisimo porque le sacó mucho partido y lo disfrutó a tope.
En Sevilla solo teníamos un día antes de coger la furgo y partir para las playas de Cádiz, así que intentamos exprimirlo a tope. La mañana empezó patinando en el skatepark de la Plaza de Armas que disfrutamos desde el principio, empezando con una rondita de skate en el skatepark de Plaza de Armas.
Y luego ¡paseo en bici por toda la ciudad!. Con una excursión guiada, que sin duda recomiendo, sobre todo si no hay mucho tiempo en la ciudad, porque te da una visión general, te cuentan la historia, y pasear en bicicleta por Sevilla es una maravilla. Un recorrido por el puente de Triana, por el barrio, el mercado del barrio, por Sevilla y sus calles, la catedral, el barrio de Santa Cruz, el parque Maria Luisa, la plaza de España, escenario de Star Wars que siempre es un plus… muy completo. Son 3 horitas subidos en la bici conociendo lo básico y clásico de la ciudad. Es una buenisisima opción para recorrer la ciudad casi de punta a punta.
Dejamos las bicis y muertos de hambre, paradita a comer el famoso piripi en la Bodeguita Antonio Romero, ¡qué cosa más rica! Nos pusimos morados de piripis y pringás, que personalmente tengo debilidad por ella. Me quedé con ganas de probar el restaurante Maria Trifulca que me recomendó mi querida Ro Real Fábrica pero no tenían mesas en la terraza y sin duda es para ir a la terraza con vistas al Guadalquivir impresionantes. Después de comer nos tomamos un helado en la Fabrica de Helados, en la calle Garcia Vinuesa. Fue pura casualidad, pero nos encantaron, muy ricos.
Y la tarde la dedicamos a pasear el precioso Barrio de Santa Cruz que supongo que es mi debilidad como la de tanta otra gente, pero tiene un aire tan especial… Conocimos los Reales Alcazares. Para ello acordaros de sacar la entrada por internet para evitar colas. La cola de las entradas compradas por internet es mucho más corta que la otra. L@s niñ@s no pagan hasta los 16 años. Si que cogimos los auriculares porque no cabe duda que entiendes mucho mejor la historia de cualquier lugar si te lo cuentan. Pasamos un rato muy agradable allí paseando por los jardines, y a la sombra en la parte de los palacios que se puede visitar.
Y el día dio para un paseito por Triana al caer la tarde y cenar a la orilla del Guadalquivir. Para entonces estabamos ya desfondados… jajajaj! Y preparados para el dia siguiente que cogíamos una furgo y nos lanzábamos a las playas de Cádiz.
Así que sin ser muy original, y habiéndonos quedado tanto y tanto por ver de Sevilla, como por ejemplo La Cartuja, que nos quedamos con muchisisismas ganas, pues para un día estuvo bien, y sobre todo disfrutamos de lo lindo.
1 Comentario
ma petite tribu
19/09/2018 at 16:09Que buena idea la de la vista guiada en bici!!
Hacía tiempo que no me pasaba por aquí María, pero sigue haciendo post chuliiiiis
Besos